Inauguración de los colegios
Sobre la Historia de la antiquísima villa de Ahillones desconocemos muchísimas más cosas de las que conocemos.
-
Sabemos que el territorio de su demarcación fue
donado por Fernando III el Santo a los caballeros de la Orden de Santiago en
1246.
- Que formó parte de la primitiva donación y
encomienda de Reina.
-
Que ya debió repoblarse a finales del siglo
XIII o principios del XIV, formando parte de la citada encomienda, como un
lugar de la villa de Reina, junto a los de Berlanga, Casas de Reyna, la Fuente el
Arco, Trassierra y Valverde de Reyna (MALDONADO FERNÁNDEZ, M. “Términos
y jurisdicciones en el territorio de la primitiva encomienda de Reina”, en Revista de Estudios Extremeños, V. 69,
nº 3, Badajoz, 2013).
-
Que primitivamente se conocía por el nombre de
los Ayllones de Reyna, seguramente en honor al origen de sus repobladores,
oriundos de Ayllón, en la provincia de Segovia.
- Que en 1646 consiguió el villazgo, eximiéndose de la villa de Reina (MALDONADO FERNÁNDEZ, M. “Términos y jurisdicciones…).
- Y poco más, pero con la fuerte curiosidad y el compromiso de ir aprovechando las escasas referencias documentales localizadas y tratar de reconstruir su Historia.
Adelantamos
sobre este particular que nos causa extrañeza:
-
Lo corto de su término, en comparación con los
otros de las villas hermanas comuneras de la encomienda de Reina, con las que
compartía término de forma mancomunada y proindivisa.- Que la villa resultara excluida del reparto del citado término mancomunado, hecho que aconteció sobre la cuarta década del siglo XIX (MALDONADO FERNÁNDEZ, M. “La mancomunidad de términos entre las villas de Reina, Casas de Reina, Fuente del Arco y Trasierra: Origen y evolución”, en VIII Congreso de Historia de Extremadura, Badajoz, 2007).
- Y ello, pese a tener como vecinos a la familia Gimón y Maeso, las más acaudaladas de entre las avecindadas en las siete villas comuneras, y más adelante compradores y terratenientes de las tierras concejiles y comunales desamortizadas en la antigua encomienda de Reina, tras la ley Madoz de 1855.
Adelantamos lo fácil, como ciertas noticias recogidas en la prensa de 1928, una
especie de campaña publicitaria resaltando los logros sociales conseguidos
durante la dictadura del general Primo de Rivera.
En
efecto, entre 1923 y 1928, al régimen político que administraba España suele
conocerse por el nombre de Directorio Militar, o Dictadura del general Primo de
Rivera, tras el golpe militar llevado a cabo por este general el 13 de
septiembre de 1923.
Tras
el citado golpe, quedó en suspenso la Constitución vigente, el Parlamento y los
partidos políticos, medidas que se complementaron con una ley de imprenta muy
restrictiva. Y bajo estas circunstancias, el directorio militar y la monarquía
constitucionalista reinante cohabitaban en una entente cordial que, no
obstante, dio paso a la segunda república.
Al
amparo de este régimen surgió una especie de asociación o partido político
único, la Unión Patriótica, que administraba una buena parte de los
ayuntamientos extremeños, como el de Ahillones.
La
administración encabezada por Primo de Rivera estaba ya muy cuestionada en
1928, lanzando la Unión Patriótica una campaña publicitaria inusual hasta
entonces, como la insertada sobre Ahillones en el Noticiero Extremeño, en una edición extraordinaria de 13 de
septiembre de 1928. Esta circunstancia nos permite acceder a
interesantes datos y fotografías de la época (de escasa calidad, pero valiosas,
por testimoniales), como los que siguen:
1, Juan Vizuete Pilar, vocal asesor de la UP; 2, don Francisco García Zapata, ídem y juez municipal; 3, don Carlos Muñoz Vera, concejal.
Arriba, calle del mecánico Rada y abajo Avenida de Franco.
4, don Juan Guerrero, concejal; 5, don Benedicto González Sánchez, secretario; 6, don Gerardo Núñez Rivero, alcalde presidente y jefe local de UP.
7, don José González Cabezas, segundo teniente de alcalde; 8, don Francisco Gimón Moreno, teniente de alcalde;
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