El partido de llerena a finales del XVIII

El partido de llerena a finales del XVIII

lunes, 14 de septiembre de 2015

OBRAS PÚBLICAS EN TRASIERRA DURANTE LA DICTADURA DEL GENERAL PRIMO DE RIVERA


(Art. publicado en la Revista de San Antonio y Santa Marta, Trasierra, 2015)


El día 22 de febrero de 1927 tuvo lugar una sesión extraordinaria del Ayuntamiento de Trasierra, con un único punto en el orden del día: solicitar del Banco de Crédito Local de España un préstamo de 60.000 ptas. para financiar unas importantes obras públicas. Concretamente, se trataba de construir un edificio destinado a escuelas de ambos sexos, dos casas para sus maestros, remodelar las casas consistoriales y concluir las obras del nuevo cementerio, aparte del arreglo de varias calles, la construcción de un pilar y abrevadero para bestias en la entonces denominada plaza de la Constitución, encauzar el arroyo que dividía esta última plaza y construir un puente sobre el mismo.

En las fechas que nos ocupan presidía el Ayuntamiento Felipe Burgos, como su alcalde, siendo los concejales Antonio Frieros Hernando (alias Malacara, presidente de la Unión Patriótica), Isidro Jiménez Bermúdez (Chirrín), Antonio Méndez (Garbancito), Antonio Maldonado, Antonio Espino y Ramón Gato, todos pertenecientes a la asociación Unión Patriótica, el único partido entonces existente.

En efecto, entre 1923 y 1928 el régimen político que administraba España suele conocerse por el nombre de Directorio Militar, o Dictadura del general Primo de Rivera, tras el golpe militar llevado a cabo por este general (también marqués de Estella, foto nº 1) el 13 de septiembre de 1923, quedando en suspenso la Constitución vigente, el Parlamento y los partidos políticos, medidas que se complementaron con una ley de imprenta muy restrictiva. Y bajo estas circunstancias, el directorio militar y la monarquía constitucionalista reinante cohabitaban en una entente cordial, caldo de cultivo que en abril de 1931 dio paso a la segunda república. Los principios defendido por la Unión Patriótica (con168 afiliados en Trasierra) se pueden resumir así:

-      En el aspecto religioso, seguir el dictado del catecismo de la Santa Madre Iglesia.

-      En el aspecto social, los preceptivos del Derecho, muy especialmente los referentes a la santidad de la familia, el respeto al derecho ajeno, la difusión de la cultura y la protección al desvalido.

-      En el aspecto político, la defensa de la Monarquía, el acatamiento de la autoridad y de la disciplina, la presentación del voto en las elecciones para cargos públicos, la aceptación y recto desempeño de los cargos público y la vigilancia del cumplimiento de las leyes.

-      En cuanto a los deberes patrióticos, el conocimiento y divulgación de las glorias y del valor histórico de España, la defensa de su unidad nacional y el sacrificio personal para defenderla.


Pues bien, volviendo al pleno extraordinario del 22 de febrero de 1927, la cantidad solicitada definitivamente fue de 60.000 ptas., acordando los ediles encargar la dirección técnica de las nuevas edificaciones al arquitecto don José Muguruza, además de adquirir el compromiso de solicitar una subvención al Estado, una vez construido el edificio de las nuevas escuelas, según venía dispuesto en el Real Decreto de 17 de diciembre de 1922.

En una sesión extraordinaria posterior, la correspondiente al 3 de junio siguiente, se presentaron los proyectos de las obras a afrontar con las 60.000 ptas., especificando la cuantía de las mismas. A saber:

-         La construcción de las nuevas escuelas importaba 36.195 ptas.

-         Las dos casas de maestros, 10.000 ptas.

-         La reforma de las antiguas casas del concejo (actual ayuntamiento, edificio anexo al anterior), 3.805 ptas.

-         Los arreglos y empedrados de distintas calles, 10.000.


En la sesión del 14 de junio viene recogida la letra pequeña de las condiciones del crédito solicitado, estipulando un interés del 2%,  a pagar en 50 años, entre otras condiciones (21 apartados o cláusulas).

Poco después, en el pleno del 15 de noviembre siguiente acordaron adquirir el solar para las escuelas. Se trataban de 1.370 m2, que adquirieron, a una pta. la unidad, en un terreno que entonces pertenencia a los herederos de Juan Carrascal Rodríguez (Tocinero).

Al día siguiente, siguiendo lo dispuesto en la legislación vigente,  sacaron a subasta pública el conjunto de las obras, quedando desierta por falta de licitadores. Por ello, ya el primero de marzo de 1928, aplicando igualmente la disposiciones vigentes, el Ayuntamiento se hizo cargo de las obras en administración, siempre bajo la dirección técnica del Sr. Muguruza y nombrando como maestro de obras a Manuel Santos Vázquez, un reinense casado con Gracia Pérez que acababa de instalarse en Trasierra, abuelos, bisabuelos y tatarabuelos de las familias traserreñas con dicho apellido.

Las obras debieron abordarse con celeridad y eficiencia, pues ya para el primero de mayo le entregaron las llaves de las casas de maestros a sus dos titulares: una a doña Elena Garrido y la otra a uno de sus hijos, concretamente a don José Morillas, éste último asesor del ayuntamiento y futuro alcalde republicano de Trasierra durante la inminente 2ª República (fotografía nº 2).


La obra de las escuelas (foto nº 3) tardó algo más en terminarse, estando concluidas a mediados de 1930. Así, en la Gaceta de Madrid (hoy, BOE) nº 223 de 11 de agosto de 1930, página 991, por orden del Director General de Primera Enseñanza se insertó la siguiente Real Orden:

 
 
 


Visto el expediente incoado por el Ayuntamiento de Trasierra (Badajoz) solicitando subvención por un edificio que ha construido con destino a dos Escuelas unitarias, una para niños y otra para niñas, con viviendas para los Maestros:

Resultando que el Arquitecto escolar D. Guillermo Diz, a quien se encomendó la visita de inspección de dicho edificio ha emitido informe favorable:

Considerando que se ha dado cumplimiento a lo previsto en el artículo 3º del Real Decreto número 541 de 21 de febrero último:

      S. M. el Rey (q.D.g.), de conformidad con lo dispuesto en el artículo 15 del Real Decreto de 10 de julio de 1928, ha tenido a bien concede al Ayuntamiento de Trasierra la subvención de 20.000 ptas. para el edificio construido, con destino a dos escuelas unitarias con vivienda para los maestros, cantidad que se abonará con cargo al capítulo 27, artículo primero, concepto único del vigente presupuesto de este Ministerio.

       De Real Orden lo digo a V. I. par su conocimiento  y demás efectos.

       Dios guarde a  V. I. muchos años.

       Madrid, 30 de junio de 1930
 


La administración encabezada por Primo de Rivera estaba ya muy cuestionada en 1928, lanzando la Unión Patriótica una campaña publicitaria inusual hasta entonces, como la insertada sobre Trasierra en el Correo Extremeño, edición del 28 de septiembre de 1928, resaltando los logros y avances del Directorio. Esta circunstancia nos permite  acceder a interesantes datos y fotografías de la época, de escasa calidad, pero valiosas, por testimoniales.  

Según el citado periódico, a 100.000 ptas. ascendió la cantidad total empleada en las obras emprendidas por el Ayuntamiento durante el Directorio Militar. De ellas, 60.000 se abordaron con el ya citado préstamo del banco de Crédito Local de España, y el resto con partidas del presupuesto municipal ordinario. En cuanto a las obras emprendidas, se relaciona cada una de ellas, unas ya concluidas (cementerio, pilar viejo y empedrado del Arrabal), otras en fase de terminación (casa de los maestros y escuelas), aportando cierta información al respecto. El pilar viejo (foto nº 3) se encontraba en la entonces plaza de la Constitución, hoy plaza de la Iglesia, justo al pie de la cuestecilla de acceso a la parroquia.


Sobre la casa Ayuntamiento (foto nº 5), indicaban que sus distintas estancias servirían para instalar las oficinas municipales, las del juzgado, la cárcel y una sala para la Guardia Civil cuando pernoctaba en la localidad. Cada una de las casas de maestros, estaban compuestas por seis habitaciones y un patio.

Al margen de las obras citadas, aprobado para su ejecución estaban los empedrados de la calle Reina Victoria (hoy Cantones) y el de la calle Parra. En proyecto quedaba el encauzamiento del arroyo a su paso por la población y la construcción de un puente  para salvarlo a la altura de la entonces plaza de la Constitución, puente desafortunadamente derruido en los años setenta del pasado siglo.
 

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