El
día 22 de febrero de 1927 tuvo lugar una sesión extraordinaria del Ayuntamiento
de Trasierra, con un único punto en el orden del día: solicitar del Banco de Crédito
Local de España un préstamo de 60.000 ptas. para financiar unas importantes
obras públicas. Concretamente, se trataba de construir un edificio destinado a
escuelas de ambos sexos, dos casas para sus maestros, remodelar las casas
consistoriales y concluir las obras del nuevo cementerio, aparte del arreglo de
varias calles, la construcción de un pilar y abrevadero para bestias en la
entonces denominada plaza de la Constitución, encauzar el arroyo que dividía
esta última plaza y construir un puente sobre el mismo.
En
las fechas que nos ocupan presidía el Ayuntamiento Felipe Burgos, como su
alcalde, siendo los concejales Antonio Frieros Hernando (alias Malacara,
presidente de la Unión Patriótica), Isidro Jiménez Bermúdez (Chirrín), Antonio
Méndez (Garbancito), Antonio Maldonado, Antonio Espino y Ramón Gato, todos pertenecientes
a la asociación Unión Patriótica, el único partido entonces existente.
En
efecto, entre 1923 y 1928 el régimen político que administraba España suele
conocerse por el nombre de Directorio Militar, o Dictadura del general Primo de
Rivera, tras el golpe militar llevado a cabo por este general (también marqués
de Estella, foto nº 1) el 13 de septiembre de 1923, quedando en suspenso la
Constitución vigente, el Parlamento y los partidos políticos, medidas que se
complementaron con una ley de imprenta muy restrictiva. Y bajo estas
circunstancias, el directorio militar y la monarquía constitucionalista
reinante cohabitaban en una entente cordial, caldo de cultivo que en abril de
1931 dio paso a la segunda república. Los principios defendido por la Unión
Patriótica (con168 afiliados en Trasierra) se pueden resumir así:
-
En
el aspecto religioso, seguir el dictado del catecismo de la Santa Madre
Iglesia.
-
En
el aspecto social, los preceptivos del Derecho, muy especialmente los
referentes a la santidad de la familia, el respeto al derecho ajeno, la
difusión de la cultura y la protección al desvalido.
-
En
el aspecto político, la defensa de la Monarquía, el acatamiento de la autoridad
y de la disciplina, la presentación del voto en las elecciones para cargos
públicos, la aceptación y recto desempeño de los cargos público y la vigilancia
del cumplimiento de las leyes.
-
En
cuanto a los deberes patrióticos, el conocimiento y divulgación de las glorias
y del valor histórico de España, la defensa de su unidad nacional y el
sacrificio personal para defenderla.
Pues
bien, volviendo al pleno extraordinario del 22 de febrero de 1927, la cantidad
solicitada definitivamente fue de 60.000 ptas., acordando los ediles encargar la
dirección técnica de las nuevas edificaciones al arquitecto don José Muguruza,
además de adquirir el compromiso de solicitar una subvención al Estado, una vez
construido el edificio de las nuevas escuelas, según venía dispuesto en el Real
Decreto de 17 de diciembre de 1922.
En
una sesión extraordinaria posterior, la correspondiente al 3 de junio siguiente,
se presentaron los proyectos de las obras a afrontar con las 60.000 ptas., especificando
la cuantía de las mismas. A saber:
-
La
construcción de las nuevas escuelas importaba 36.195 ptas.
-
Las
dos casas de maestros, 10.000 ptas.
-
La
reforma de las antiguas casas del concejo (actual ayuntamiento, edificio anexo
al anterior), 3.805 ptas.
-
Los
arreglos y empedrados de distintas calles, 10.000.
En
la sesión del 14 de junio viene recogida la letra pequeña de las condiciones
del crédito solicitado, estipulando un interés del 2%, a pagar en 50 años, entre otras condiciones
(21 apartados o cláusulas).
Poco
después, en el pleno del 15 de noviembre siguiente acordaron adquirir el solar
para las escuelas. Se trataban de 1.370 m2, que adquirieron, a una
pta. la unidad, en un terreno que entonces pertenencia a los herederos de Juan
Carrascal Rodríguez (Tocinero).
Al
día siguiente, siguiendo lo dispuesto en la legislación vigente, sacaron a subasta pública el conjunto de las
obras, quedando desierta por falta de licitadores. Por ello, ya el primero de
marzo de 1928, aplicando igualmente la disposiciones vigentes, el Ayuntamiento
se hizo cargo de las obras en administración, siempre bajo la dirección técnica
del Sr. Muguruza y nombrando como maestro de obras a Manuel Santos Vázquez, un
reinense casado con Gracia Pérez que acababa de instalarse en Trasierra,
abuelos, bisabuelos y tatarabuelos de las familias traserreñas con dicho
apellido.
Las
obras debieron abordarse con celeridad y eficiencia, pues ya para el primero de
mayo le entregaron las llaves de las casas de maestros a sus dos titulares: una
a doña Elena Garrido y la otra a uno de sus hijos, concretamente a don José
Morillas, éste último asesor del ayuntamiento y futuro alcalde republicano de Trasierra
durante la inminente 2ª República (fotografía nº 2).
La
obra de las escuelas (foto nº 3) tardó algo más en terminarse, estando
concluidas a mediados de 1930. Así, en la Gaceta de Madrid (hoy, BOE) nº 223 de
11 de agosto de 1930, página 991, por orden del Director General de Primera
Enseñanza se insertó la siguiente Real Orden:
Visto el expediente incoado por el Ayuntamiento de
Trasierra (Badajoz) solicitando subvención por un edificio que ha construido
con destino a dos Escuelas unitarias, una para niños y otra para niñas, con
viviendas para los Maestros:
Resultando
que el Arquitecto escolar D. Guillermo Diz, a quien se encomendó la visita de
inspección de dicho edificio ha emitido informe favorable:
Considerando
que se ha dado cumplimiento a lo previsto en el artículo 3º del Real Decreto
número 541 de 21 de febrero último:
S. M. el Rey (q.D.g.), de conformidad con
lo dispuesto en el artículo 15 del Real Decreto de 10 de julio de 1928, ha
tenido a bien concede al Ayuntamiento de Trasierra la subvención de 20.000
ptas. para el edificio construido, con destino a dos escuelas unitarias con
vivienda para los maestros, cantidad que se abonará con cargo al capítulo 27,
artículo primero, concepto único del vigente presupuesto de este Ministerio.
De Real Orden lo digo a V. I. par su
conocimiento y demás efectos.
Dios
guarde a V. I. muchos años.
Madrid, 30 de junio de 1930
La
administración encabezada por Primo de Rivera estaba ya muy cuestionada en
1928, lanzando la Unión Patriótica una campaña publicitaria inusual hasta
entonces, como la insertada sobre Trasierra en el Correo Extremeño, edición
del 28 de septiembre de 1928, resaltando los logros y avances del Directorio.
Esta circunstancia nos permite acceder a interesantes datos y
fotografías de la época, de escasa calidad, pero valiosas, por testimoniales.
Según
el citado periódico, a 100.000 ptas. ascendió la cantidad total empleada en las
obras emprendidas por el Ayuntamiento durante el Directorio Militar. De ellas,
60.000 se abordaron con el ya citado préstamo del banco de Crédito Local de
España, y el resto con partidas del presupuesto municipal ordinario. En cuanto a
las obras emprendidas, se relaciona cada una de ellas, unas ya concluidas
(cementerio, pilar viejo y empedrado del Arrabal), otras en fase de terminación
(casa de los maestros y escuelas), aportando cierta información al respecto. El
pilar viejo (foto nº 3) se encontraba en la entonces plaza de la Constitución,
hoy plaza de la Iglesia, justo al pie de la cuestecilla de acceso a la
parroquia.
Sobre
la casa Ayuntamiento (foto nº 5), indicaban que sus distintas estancias
servirían para instalar las oficinas municipales, las del juzgado, la cárcel y
una sala para la Guardia Civil cuando pernoctaba en la localidad. Cada una de
las casas de maestros, estaban compuestas por seis habitaciones y un patio.
Al
margen de las obras citadas, aprobado para su ejecución estaban los empedrados
de la calle Reina Victoria (hoy Cantones) y el de la calle Parra. En proyecto
quedaba el encauzamiento del arroyo a su paso por la población y la
construcción de un puente para salvarlo a la altura de la entonces
plaza de la Constitución, puente desafortunadamente derruido en los años
setenta del pasado siglo.
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