La documentación generada sobre el descubrimiento,
conquista, colonización y administración española de América se localiza en el
Archivo General de Indias (AGI) ubicado en Sevilla, de donde hemos tomado las
referencias correspondientes a algunos de los fuentelarqueños que emprendieron
este egregio episodio. Más concretamente, hemos consultado el portal PARES, que
a través de Internet nos ofrece el acceso a miles de documentos relacionados
con esta aventura, aunque por ahora no incluye la totalidad de los fondos
custodiados en el citado archivo de Sevilla.
La localización de estos documentos en la ciudad
Hispalense queda justificada porque en ella se generaron, concretamente en la
Casa de la Contratación, institución desde donde se organizaba y regulaba todos
los asuntos concernientes a América, entre ellos los exigentes requisitos para
embarcar, que ponen de manifiesto la política selectiva empleada por la
monarquía hispánica en esta importante empresa, al contrario de otras potencias
de su época, que repoblaron sus colonias preferentemente con la parte de la
sociedad más incómoda para sus gobernantes (convictos y marginados). En efecto,
en Castilla los extranjeros quedaban excluidos para emigrar a las Indias, así
como los que tenían antecedentes de sangre mora o judía (se exigía limpieza de
sangre, pues no en vano la donación papal del territorio a descubrir y
colonizar quedaba condicionada por la evangelización de los nativos), los penitenciados
por la Inquisición y aquellos vasallos pertenecientes a los que entonces se
consideraban como grupos marginales; es decir, gitanos, vagabundos y
delincuentes.
Pues bien, según los datos recopilados en el portal
PARES, entendemos que el verano de 1535 se vivió con bastante ajetreo e
intensidad en Fuente del Arco, cuando muchos de sus vecinos se planteaban la
conveniencia o no de abordar la aventura americana, pues como una aventura
hemos de considerar esta importante empresa.
En efecto, el espíritu aventurero, más el compromiso
patriótico y religioso, fue el principio que reinaba entre los extremeños de la
época que decidieron embarcase en esta epopeya, y no la manida, recurrente y
falsa teoría que contempla la emigración a Indias como una especie de huida
provocada por el hambre y la miseria, resultando del todo improcedente
considerar a Extremadura como una tierra yerma y pobre desde el punto de vista
edáfico. Para ello, en aquella sociedad básicamente ocupada en las producciones
agropecuarias, está más que constatada la feracidad de las Vegas del Guadiana,
de la ubérrima Tierra de Barros y de sus otras campiñas, así como la calidad de
los finos pastos de la Serena y demás dehesas dispersas por su territorio. Por
lo tanto, desde aquí se defiende que la emigración de los extremeños a las
Indias hemos de encuadrarla en términos épicos y aventureros, y no de huida
forzada por hambrunas y miserias (que, en este supuesto, tampoco restaría un
ápice a su heroicidad), máxime si consideramos el hecho cierto de que una buena
parte del territorio extremeño pertenecía al señorío de las Órdenes Militares
de Santiago y Alcántara, bajo cuyo marco jurisdiccional sus vasallos todavía
vivían con cierta comodidad y dignidad, disfrutando niveles de vida generalmente
superior al de los vasallos pertenecientes a otros señoríos, o a los
encuadrados en el realengo.
Pues bien, tras el ajetreo descrito, al final del
verano de 1535 al menos quince fuentearqueños decidieron embarcase en esta
aventura, personándose en la Casa de la Contratación de la ciudad de Sevilla, en
donde, tras demostrar documentalmente que reunían los requisitos establecidos
legalmente para pasar a las Indias, todos tomaron rumbo a Nueva España (Centro
América, Méjico y el sur de los actuales EE.UU.), salvo Pedro Núñez del Prado,
que por algún motivo especial decidió dirigirse al Río de la Plata (actual Argentina
y alrededores), seguramente reclamado por algún allegado o persona de su
confianza.
Según hemos recopilado del portal PARES, la relación
de estos heroicos paisanos es la que sigue:
- Alonso Sánchez, hijo de Juan Martín de la Rosa y
de María Sánchez, vecinos de Fuente del Arco, a Nueva España (1535). Archivo
General de Indias, CONTRATACION,5536,L.3,F.308(3).
- Alonso Vázquez, hijo de Santos Martín y de Mencía
Vázquez, vecinos de Fuente del Arco, a Nueva España (1535). AGI, CONTRATACION, 5536,L.3,F.308(1).
- Andrés Ladera, hijo de Pedro González Morillo y de
María González, vecinos de Fuente del Arco, a Nueva España (1535). AGI, CONTRATACION,5536,L.3,F.308(6).
- Francisco de la Rosa, hijo de Domingo Martín de la
Rosa y de Leonor García, vecinos de Fuente del Arco, a Nueva España (1535). AGI,
CONTRATACION,5536,L.3,F.308(2).
- Francisco Roque, hijo de Hernando Roque y de
Catalina Gómez, vecinos de Fuente del Arco, a Nueva España (1535). AGI, CONTRATACION,5536,L.3,F.308(8).
- Hernán Martín Bermejo, hijo de Gonzalo García y de
Isabel González, vecinos de Fuente del Arco, a Nueva España (1535). AGI, CONTRATACION,5536,L.3,F.307(6).
- Hernán Sánchez, hijo de Alonso González Ladero y
de Leonor Sánchez, vecinos de Fuente del Arco. (1535). AGI, CONTRATACION,5536,L.3,F.308(5).
- Juan Martín Bermejo, hijo de Bartolomé Martín y de
Marina Alonso, vecinos de Fuente del Arco (1535). AGI, CONTRATACION,5536,L.3,F.308(7).
- Juan Morillo, hijo de Juan García Morillo y de
María García, vecinos de Fuente del Arco, a Nueva España (1535). AGI, CONTRATACION,5536,L.3,F.305(2).
- Juan Pablos y Bartolomé Pablos, hijos de Juan
Pablos y de Mayor Alonso, vecinos de Fuente del Arco, a Nueva España (1535). AGI,
CONTRATACION,5536,L.3,F.304(6).
- Luis García Morillo, hijo de Gregorio González y
de María García de Morillo, vecinos de Fuente del Arco, a Nueva España (1535). AGI,
CONTRATACION,5536,L.3,F.305(1).
- Pedro González Fray Sancho, hijo de Pedro González
Fray Sancho y de Juana García, vecinos de Fuente del Arco (1535). AGI, CONTRATACION,5536,L.3,F.308(9).
- Pedro Martín Cano, hijo de Cristóbal Villegas y de
Cecilia Martín, vecinos de Fuente del Arco, a Nueva España (1535). AGI, CONTRATACION,5536,L.3,F.308(4).
- Pedro Núñez de Prado, hijo de Juan Núñez de Prado
y de Leonor Domínguez, vecinos de Fuente del Arco, al Río de la Plata (1535). AGI,
CONTRATACION,5536,L.3,F.358(5).
No fueron éstos los primeros fuentearqueños que
hicieron la américas; tenemos constancia de que anteriormente emigraron al
menos otros dos más:
-
En 1513, Juan de la Fuente del Arco, hijo de Juan Muñoz y de Juana González, vecinos
de Fuente del Arco. AGI, CONTRATACION,5536,L.1,F.342(4).
-
En 1527, Andrés de Peñuelas, hijo de Martín de Peñuelas, vecino de la Fuente
del Arco, que marchó como criado de Francisco de Montejo, Gobernador de Yucatán
y Cozumel. AGI, CONTRATACION,5536,L.2,F.13(3).
Un
año después de la gran oleada emigratoria de 1535, otros cuatro paisanos le
siguieron: tres de ellos con destino a Nueva España, seguramente llamados o
reclamados por los anteriores; el cuarto prefirió asentarse en la Florida. Nos referimos a:
- Diego
de Paz, hijo de Hernando de Paz y de Juana García, natural de Fuente del Arco,
a Nueva España. AGI, CONTRATACION,5536,L.4,F.69R(5).
- Francisco
Martín Calaguera, hijo de Lázaro Martín Calaguera y de Marina Alonso, vecinos
de Fuente del Arco, a Nueva España. AGI, CONTRATACION,5536,L.4,F.82R(2).
- Juan
Hernández, hijo de Martín Hernández y de María Hernández, vecinos de la Fuente
del Arco, a Nueva España. AGI, CONTRATACION,5536,L.4,F.86V(1).
- Hernán
Herrero, hijo de Juan García Herrero y de Juana Mateos, vecinos de la Fuente
del Arco, a la Florida. AGI, CONTRATACION,5536,L.5,F.291R(6).
Coincide
esta oleada emigratoria local con otra generalizada en nuestro entorno, viajando
a las Indias un buen número de vecinos de Guadalcanal, Llerena... Sobre esta última
ciudad, contamos con la ayuda de un extraordinario trabajo de don Luis Garraín
(Llerena en el siglo XVI. La emigración a
Indias, Madrid, 1992), donde se confirma la teoría defendida. Así, Garraín recoge
en una tabla dando cuenta de los 631 (296 varones y 65 mujeres) llerenenses que
emigraron a las Indias entre 1510 y 1598
(op. cit., página 33), 14 de ellos en 1534 y 25 en 1535.
A
partir de estas últimas fechas se frenó la tendencia migratoria en Fuente del
Arco, detectándose en el portal PARES sólo quince casos más hasta mediados del
XVII. Ahora, superada la primera fase donde imperaba el espíritu aventurero,
asistimos a una segunda donde, sin descartarlo, se incorporaron a las américas
gente menos proselitistas, atraídos por el afán de enriquecerse, unos con los
beneficios de las actividades administrativas, militares o religiosas y otros
con los de las explotaciones agropecuarias, mineras o mercantiles, que de todo ello
tenemos abundantes representantes en la zona. Entre éstos, estaban los quince fuentearqueños
que se contemplan a continuación: doce solicitando licencia para emigrar; los otros
tres testando. Así:
- En
1563 marchó Gil Martín: Expediente de concesión de licencia para pasar a Nueva
España a favor de Gil Martín, vecino y natural de la Fuente del Arco (León),
hijo de Pedro Hernández Bermejo y Marina Gómez. Archivo General de Indias.
INDIFERENTE,2050,N.31.
- En
1575, Diego García: Expediente de información y licencia de pasajero a Indias
de Diego García, natural de Fuente del Arco, hijo de Hernán García de Santiago
y Juana Rodríguez, a Santo Domingo. AGI, CONTRATACION,5222,N.4,R.33.
- En
1575, Francisco Martín y familia: Real Cédula a los oficiales de la Casa de
Contratación dando licencia a Francisco Martín de la Fuente el Arco para pasar
a Nueva España, a las minas de los Zacatecas, llevando a su familia. AGI, INDIFERENTE,1968,L.20,F.110V.
- En 1584,
Juan Barcial Morillo: Expediente de renovación de licencia para pasar a Perú a
favor de Juan Barcial Morillo, vecino de Fuente el Arco (1584). AGI, INDIFERENTE,2094,N.155.
- En
1596, Juan González: Autos de bienes de difuntos de Juan González, natural de
Fuente del Arco, jurisdicción de Llerena y difunto abintestato en la provincia
de Honduras (1596). AGI, CONTRATACION,247ª.
- En
1598, Alonso Calderón: Expediente de información y licencia de pasajero a
indias de Alonso Calderón, criado del capitán Pedro Durán de Chaves, natural y
vecino de Fuente del Arco, hijo de Andrés Calderón y María Hernández, a Perú. AGI,
CONTRATACION,5255,N.1,R.73.
- En
1598 Cristóbal González Morillo: Expediente de información y licencia de
pasajero a indias de Cristóbal González Morillo, criado del capitán Pedro Durán
de Chaves, natural de Fuente del Arco, hijo de Cristóbal González y Ana González
de Morillo, a Perú. AGI, CONTRATACION,5255,N.1,R.72.
- En
1600, Marcos Yáñez: Expediente de concesión de licencia para pasar a Perú a
favor de Marcos Yáñez vecino de Fuente del Arco. AGI, INDIFERENTE,2105,N.68.
- En
1605, Hernán Sánchez: Expediente de información y licencia de pasajero a Indias
de Hernán Sánchez de los Disantos, hijo de Pedro de Torres y de Juana González,
con su hermano Maese Alonso, naturales y vecinos de Fuente del Arco, a Perú. AGI,
CONTRATACION,5292,N.38.
- En
1606, Juan Barrial Morillo: Autos de bienes de difuntos de Juan Barrial
Morillo, natural de la villa de la Fuente del Arco, en Extremadura, y difunto
en Lima, con testamento (1606). AGI, CONTRATACION,273.
- En
1627, Martín Fernández Maldonado: Expediente de información y licencia de
pasajero a Indias de Cristóbal de Rojas y Sandoval, caballero del Hábito de
Santiago, gobernador de Santa Cruz de la Sierra, a Perú, con las siguientes
personas: Martín Fernández Maldonado, criado, vecino de Fuente del Arco, hijo
de Maldonado Fernández y de Juana García, etc. (1627). AGI, CONTRATACION,5397,N.42.
- En
1627, Fernando Martín Escribano: Expediente de información y licencia de
pasajero a Indias de Jerónimo Garavito, vecino de Potosí (Perú), con sus
criados Juan Pérez de Sasoeta y Zaldivia, natural y vecino de Hernani
(Guipúzcoa), hijo de Gonzalo de Sasoeta y de Magdalena de Zaldivia, y Fernando
Martín Escribano, natural de Fuente del Arco y vecino de Guadalcanal, hijo de
Fernando Martín Escribano y de Leonor González, a Perú. AGI, CONTRATACION,5399,N.39.
- En
1631, Francisco Morillo. Expediente de información y licencia de pasajero a
Indias de Diego Morillo, alguacil de la visita de la Audiencia de Panamá, con
su criado Francisco Morillo, natural de Fuente del Arco, hijo de Juan Morillo y
de Ana Monresin, a Panamá (1631). AGI, CONTRATACION,5410,N.25.
- En 1631, Alonso García Morillo, natural de
Fuente del Arco, vecino de San Antonio de Gibraltar, hijo de Francisco Morillo
y Beatriz González, vecinos de Fuente del Arco. Falleció en San Antonio de
Gibraltar, con testamento. Albaceas: Francisco Martín Cerrato Talaverano y
Cristóbal de la Vera, vecinos de San Antonio de Gibraltar. Herederos:
Francisco, Pedro, Esteban, Juan y Juana Morillo, naturales de Fuente del Arco,
sus hermanos. Funda una capellanía en San Antonio de Gibraltar (1631). AGI, CONTRATACION,565,N.2,R.1
Doc. 5: Bienes de difuntos de Alonso García Morillo.
De los primeros veinte fuentearqueños
considerados, prácticamente la única referencia que tenemos corresponde a su
licencia de embarque. Intuimos que, dadas las fechas y circunstancias,
fundamentalmente viajaron como soldados y exploradores en el continuo
descubrimiento del territorio, acompañando a los grandes conquistadores de la
época (Cortés, Pizarro, Ovando, Vasco Núñez…), siendo los supervivientes
recompensados con importantes haciendas agropecuarias. Nada más hemos podido
recoger sobre ellos.
Sí disponemos de datos sobre los
restantes, como las solicitudes y declaraciones de idoneidades para emigrar, la
incorporación de cinco de ellos como criados de personajes importantes o el
viaje de una familia completa. Aparte, conocemos el testamento de otros tres,
de los que precisamente no teníamos noticias sobre su licencia de embarque, circunstancia
que demuestra que debieron ser muchos más los fuentearqueños que emigraron a
las indias, asunto que queda abierto para futuras investigaciones.
No obstante, adelantamos algunas de las situaciones
que acompañaron a nuestros paisanos. Así:
- Marcos
Yáñez decía ser vecino de Fuente del Arco, soltero, de 33 años, de mediana
estatura, bien barbado, con una señal de herida en la ceja izquierda y mellado
de un diente de la parte de arriba. Añadía que estaba necesitado de ir al Perú,
donde tenía una prima hermana, hija de Alonso Yáñez, hermano de Juan Yáñez, su
padre, y que esta prima le había mandado llamar mediante varias cartas, para
que le gobierne su hacienda y le honre su
casa…
- Alonso
García Morillo fue el fuentearqueño con mayor éxito en su etapa americana, a
donde marchó soltero, permaneciendo en este estado hasta su muerte. Al enfermar,
hizo testamento en la ciudad de San Antonio de Gibraltar (pueblo costero del
lago Maracaibo, en Venezuela), documento donde manifestaba ser natural de
Fuente del Arco, en la gobernación de Llerena y Provincia de León (de la Orden
de Santiago) en los Reinos de España. Añadía que era hijo legítimo de Francisco
Murillo y de Beatriz González, ambos naturales de la Fuente el Arco y, después
de reconocer su pertenencia a la iglesia católica y de encomendar su alma a
Dios y la Santísima Trinidad, nombraba albacea para dar cumplimiento a su
testamento a Francisco Martín Cerrato, un casi paisano oriundo de Valverde de
Llerena. Designaba por universal herederos a los cinco hermanos que dejó en
Fuente del Arco cuando emigró, citando a cada uno: Francisco, Pedro, Esteban,
Juan y Juana Morillo, para que los
susodichos, o quien por ello los hubiere de aver, lo ayan, gocen y hereden, con
la bendición de Dios y la nuestra (…) en testimonio de lo qual otorgo
testamento en siete foxas con esta (…) y quiero que no se abra hasta fin de mis
días, que es fecho (el testamento)en este Valle de la Sabana, término y
jurisdicción de la ciudad de San Antonio de Gibraltar, en doce días del mes de
março de mill y seiscientos y quarenta y un años. Murió Alonso el 15 de
mayo siguiente, dejando por tenedor y albacea de sus bienes a Francisco Martín
Cerrato, en tanto que sus herederos se personasen en San Antonio de Gibraltar para
hacerse cargo de la herencia (nunca se
personaron) que, al margen de una buena cantidad de dinero contante y sonante,
estaba constituida por una estancia
(caserío) en el Reino de Castro, con
casas y aposentos en el que había seis mil árboles de cacao y nueve precas de
esclavos. En definitiva, parece que
el éxito económico le acompaño a Alonso en su periplo americano, fundando una
capellanía, como le correspondía por su importante hacienda, al frente de la
cual, y con una asignación de 16 reales (una fortuna) por cada misa celebrada
en sufragio por su alma los días señalados, proponía como capellán al pariente
más cercano (un sobrino) que fuese clérigo (circunstancia que no se dio). El
quince de mayo de 1640, día de su fallecimiento, se hizo inventario, como
procedía. Sin embargo, la herencia no llegó a manos de sus herederos hasta diez
años después, reducida a 1540 patacones (no hemos logrado encontrar su
equivalencia en la moneda usual de la época: escudos, ducados, reales o
maravedíes), consumida entre deudores insolventes que murieron, otros que
desaparecieron con las mulas y el cacao, el elevado sueldo del capellán
(consumía las rentas de la hacienda) y la mala gestión del albacea, ya
fallecido en 1650.
- Alonso
Calderón se presentó el 10 de abril de 1598 ante Juan Núñez de Prado, alcalde
ordinario de Fuente del Arco. Decía ser vecino de la villa, declarando que era
soltero, de 21 años, hijo legítimo de Andrés Calderón y de María Hernández, su
mujer, como muy bien debía conocer el alcalde. Acto seguido, siguiendo el protocolo
establecido, manifestó al alcalde que tenía intenciones de pasar al Perú,
necesitando para ello demostrar que era hijo legítimo de sus padres, cristianos viejos de limpia casa y
generación, sin mácula ni raza de moro ni judío, ni de los nuevamente
convertidos a nuestra santa fe católica, y que los dichos mis padres y abuelos
y ascendientes son y fueron ávidos y tenidos en tal posesión de tales
cristianos viejos. En consecuencia solicitaba del alcalde que, mediante
escribano público, ratificara su confesión, una vez oídas las respuestas de los
testigos que aportaba, que todos confirmaron lo ya expuesto. El primero decía
llamarse Agustín Ladera “el viejo”, que juro decir la verdad a todas las
preguntas, manifestando acto seguido que conocía a Alonso Calderón como hijo
legítimo y del legitimo matrimonio establecido entre Andrés Calderón y de María
Hernández, ya difuntos, que habían sido
vecinos de esta villa, y como tal le tuvieron, procrearon y llamaron hijo
legitimo a Alonso, hombre de buen cuerpo, edad de veintiún año, mozo soltero,
no sujeto a matrimonio ni a religión alguna (que no era clérigo), moreno de
rostro, con señales de viruela., etc., confirmando lo ya declarado por el
interesado, al igual que los otros cinco testigos que aportó. Días después, con
los papeles y certificados correspondientes, Alonso Calderón se presentó en la
Casa de la Contratación de Sevilla, donde el funcionario de turno, a la vista
de la documentación aportada, expidió el siguiente certificado:
En Sevilla, en la Casa de la
Contratación de las Yndias, a cinco días del mes de mayo de mil quinientos y
noventa y ocho, los señores Presidentes y Jueces oficiales de Su Malgastad
dixeron que daban y dieron licencia a
Alonso Calderón para que pueda pasar y
pase a la Provincia del Pirú, por
soltero y criado del capitán Pedro Durán de Yanes, dese la licencia en virtud
de la cédula de Su Majestad…
- En
1598 se incorporaron a las Indias dos de nuestros paisanos (Cristóbal González
Morillo y Alonso Calderón) justificando su viaje como criados del capitán don
Pedro (Gómez) Durán y Chaves. Este importante personaje, nacido a mediados del quinientos
en la vecina localidad de Valverde de Reina, llevaba ya por aquellas tierras
algunos años, habiendo adquirido cierto protagonismo a cuenta de sus hazañas
como militar. Así, en 1600 formó parte de la expedición del célebre Juan de
Oñate, conquistador y colonizador de Nuevo Méjico. Estaba constituida la
expedición por unos 250 hombres, algunos con esposas, hijos y sirvientes,
llevando aperos, semillas y ganado para colonizar la zona conquistada, donde
fundaron más adelante una serie de ciudades, entre ellas la de Santa Fe de
Nuevo México.
El protagonismo de don Pedro en la expedición, más el que
sus descendientes tuvieron con posteridad en la zona (ennoblecidos y enriquecidos por
las hazañas heroica del valverdeño), ha sido objeto de interés genealógico de muchos
ciudadanos de los EE.UU. y de México, algunos de los cuales se desplazaron a la
vecina localidad de Valverde para indagar sobre los orígenes de don Pedro y
otros valverdeños que también estaban entre las 250 sodados-colonos citados.
Al frente de aquella importante expedición estuvo Juan de
Oñate, uno de los más significado conquistadores, adelantado responsable entre otras
hazañas de la conquista y colonización de la parte hispana de los EE.UU. Nacido
en Zacateca (Nueva España) en 1550, fue hijo de Cristóbal de Oñate, un vasco
natural de Oñate que en años anteriores había emigrado a las Indias. Después de
ciertos problemas en la gestión del territorio, Felipe II retiró al adelantado de Méjico, encargándole la
gestión de las famosas minas de Guadalcanal, donde falleció en 1626.
Concluimos aquí este estudio, con la intención y el deseo
de ampliarlo en alguna otra ocasión, a medida que localicemos la oportuna
documentación.
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